jueves, 2 de marzo de 2017

YUSE BANEGAS, UN MORO NOBLE EN TIEMPOS DE LOS REYES CATÓLICOS.


El Mancebo de Arévalo
MANCEBO DE ARÉVALO, Mancebo de, Arévalo- seudónimo de un autor criptomusulmán del siglo XVI.
De este autor sólo sabemos lo que se trasluce a través de sus obras, tratados sobre la religión musulmana, escritos en español con letras árabes, es decir, en lo que se llama escritura aljamiada. Nacido en Arévalo, recorrió muchos lugares de España -seguramente era arriero o trajinante- y en Zaragoza, en el año 1534, le encargan que escriba un libro sobre la religión musulmana porque los moriscos aragoneses estaban perdiendo las nociones elementales sobre su práctica, ocho años después de su conversión forzosa. El encargo es aceptado por el Mancebo a cambio de una ayuda económica ya que quería marcharse de España y hacer la peregrinación a La Meca. Este libro es la Tafçira, pero escribió al menos tres más, de muy parecidas características (Sumario, Breve Compendio y el recién descubierto Calendario), transcritos por los moriscos aragoneses con el alfabeto árabe y vulgarizando sus originales para que fuesen de mejor comprensión, por lo que los tratados del escritor castellano están llenos de aragonesismos. De estos colaboradores sólo conocemos el nombre de uno de ellos, Bray de Reminjo de Cadrete, coautor del Breve Compendio. Estas obras han sido editadas total o parcialmente: el Sumario de la relación y ejercicios espirituales, que se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid (Res 245) ha sido editado por G. FONSECA, Madrid, 2002; la Tafçira, que está en la Biblioteca del C.S.I.C (Madrid), Ms. LXII, ha sido editada por M.ª Teresa NARVÁEZ, Madrid, 2003; el Breve Compendio Ms. Dd 9, 49 de la Universidad de Cambrigde está inédito aunque ha sido estudiado por su descubridor L. P. HARVEY; Calendario, Ms. LXXXII, Real Academia de la Historia, págs 94r-115r, ha sido editado por su descubridor L. BERNABÉ PONS, Alicante, 2002.
Se ha supuesto que el seudónimo de Mancebo de Arévalo hacía referencia a su juventud, a su mocedad, pero él mismo cuenta en uno de estos libros escritos en Aragón, que había sido huésped de la próspera aljama de Almagro y que, habiendo pasado treinta años después, la encontró arruinada. Posiblemente pasó la primera vez por esta aljama antes de la conversión forzosa de los mudéjares castellanos (1502) y como no podía ser un niño al ser recibido como honrado huésped, en la época en que escribió sus obras en Aragón, la década de los treinta, frisaría al menos la cincuentena. La hipótesis más acertada -de L. P. Harvey- es que «mancebo» es un calco del árabe ‘abd, siervo, tomado en un sentido espiritual de «siervo de Dios». Por otro lado el Mancebo muestra una gran formación humanista, con términos en latín, desfigurados por los copistas, y había leído La Celestina y la Imitación de Cristo de Kempis, que introduce en el Sumario, islamizándolo, lo mismo que el himno litúrgico cristiano Veni Creator. Tal vez sus conocimientos eran menos completos precisamente sobre el Corán, cuyas aleyas apenas cita. Estos datos y su propia confesión de que dejó los clásicos, cuando conoció el Corán, parece indicar que no había nacido musulmán sino que se convirtió al Islam cuando ya era adulto y fue ampliando sus conocimientos en su nueva religión a lo largo de sus viajes, especialmente con los moriscos de Granada.
Un rasgo singular que aparece en sus libros, es su conocimiento y familiaridad con los judíos y los textos hebreos, algo insólito tanto en los textos moriscos como las relaciones entre las comunidades de judíos y musulmanes tanto en época mudéjar como morisca. Cabría la posibilidad que el Mancebo de Arévalo perteneciese originariamente a la comunidad judía, forzada a convertirse al cristianismo en 1492 y que como converso recibiese una formación cristiana -con la Devotio Moderna- y humanística, convirtiéndose luego al Islam, religión más cercana a su posible religión familiar -por su anti-trinitarismo- que el cristianismo. Esta hipótesis convierte a este autor en una personificación de las tres culturas hispánicas medievales y sería la clave de algunos de los enigmas de su discurso, muchas veces oscuro, lo mismo que su lenguaje con extraños neologismos.
Posiblemente el Mancebo de Arévalo cumplió su sueño y se marchó de España, porque había redes secretas para la huida de los moriscos. Una noticia bibliográfica se habla de un manuscrito español en el que el Mancebo hablaba de su peregrinación, pero no se ha encontrado hasta ahora. Si se marcho, volvió o no regresó nunca es algo que por ahora ignoramos y, por tanto, el lugar y fecha de su muerte.
BIBLIOGRAFÍA
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·                     J. RIBERA y M. ASÏN PALACIOS, Manuscritos árabes y aljamiados de la Biblioteca de la Junta, Madrid, 1912, págs. 217-228.
·                     L. P. HARVEY, «Yuse Banegas: un moro noble en Granada bajo los Reyes Católicos», Al-Andalus (AA), XXI (1956), págs. 297-302.
·                     L. P. HARVEY, «Un manuscrito aljamiado en la Biblioteca de la Universidad de Cambridge», AA, XXIIII (1958), págs. 49-74.
·                     L. P. HARVEY, «Castilian mancebo as a calque of arabic ‘abd, or how el Mancebo de Arévalo got his name», Modern Philology, Chicago, LXV, 2 (1967), págs. 130-132.
·                     L. P. HARVEY, «Textes de literature religieuse des Moriscos tunisiens» en M. DE EPALZA y R. PETIT, Études sur les Moriscos Andalous en Tunisie, Madrid-Túnez, 1973, págs. 199-204.
·                     M. T. NARVÁEZ, «El Mancebo de Arévalo frente a Jesús y María: tradición y novedad» en A. TEMIMI, La littérature aljamiado-morisque: hybridisme linguistique et univers discursif, Túnez, 1976, págs. 109-115.
·                     L. P. HARVEY, «El Mancebo de Arévalo y la literatura aljamiada» en Actas del Coloquio Internacional sobre Literatura Aljamiada y Morisca, Madrid, 1978, págs. 21-42.
·                     L. LÓPEZ-BARALT y M. T. NARVÁEZ, «Estudio sobre la religiosidad popular en la literatura aljamiado-morisca del siglo XVI. La Mora de Úbeda, el Mancebo de Arévalo y San Juan de la Cruz», Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, XXXVI (1981), págs. 17-51.
·                     M. T. NARVÁEZ, «Mitificación de Andalucía como "nueva Israel": el capítulo Kaida del-Andaluziya del manuscrito aljamiado la Tafçira del Mancebo de Arévalo», Nueva Revista de Filología Hispánica, XXX (1981), págs. 143-167.
·                     M. T. NARVÁEZ, «Más sobre la Tafçira del Mancebo de Arévalo», Actes du II Symposium Internacional du C.I.E.M sur: Religion, Identité et Sources Documentaires sur les Morisques Andalous, Túnez, 1984, págs. 123-130.
·                     G. FONSECA, «Algunos ejemplos de formación léxica en El Sumario de la relación y ejercicio espiritual del Mancebo de Arévalo», en Homenaje a Álvaro Galmés de Fuentes, Madrid-Oviedo, 1985, t. III, págs. 649-655.
·                     M. T. NARVÁEZ, «Preceptos de la vida cotidiana: ética, moral y buenas costumbres en la Tafçira del Mancebo de Arévalo», en Homenaje a Álvaro Galmés de Fuentes, Madrid-Oviedo, 1985, t. II, págs. 621-630.
·                     M. T. NARVÁEZ, «Nozaita Kalderán. Partera y experta en el Corán», La Torre (Puerto Rico), III-IV (1987), págs. 501-517.
·                     L. P. HARVEY, «El alfaquí de Cadrete, Baray de Reminjo y El Breve Compendio de Nuestra Santa Ley y Sunna», II Jornadas Internacionales de Cultura Islámica «Aragón vive su historia» (Teruel, 1988), Madrid, 1990, págs. 213-222.
·                     G. WIEGERS, Yça Gidelli (fl. 1450), his antecedents and successors. A historical study of Islamic literatura in Spanish and Aljamiado, Leiden, 1991.
·                     M. T. NARVÁEZ, «El Mancebo de Arévalo, lector morisco de La Celestina», The Bulletin of Hispanic Studies, LXXII, 3 (1995), págs. 255-272.
·                     M. T. NARVÁEZ, «¿Qué sabían los moriscos sobre misticismo y temas esotéricos?», en L. LÓPEZ-BARALT y L. PIERA, El sol de medianoche: La experiencia mística. Tradición y actualidad, Madrid, 1996.
·                     M. J. RUBIERA MATA,«Un extraño enclave morisco en el Maestrazgo turolense: Algecira de Castellote», Studium. Homenaje al profesor Antonio Gargallo Moya, Teruel, IV (1997), págs. 237-243
·                     L. P. HARVEY, «El Mancebo de Arévalo and his Treatises on Islamic Faith and Practice», Journal of Islamic Studies, Oxford X, 3 (1999), págs. 249-276.
·                     M. J. RUBIERA MATA, «El Islam cristianizado de los moriscos castellanos en época de Carlos V» en Carlos V y la quiebra del humanismo político en Europa (1530-1558). Congreso Internacional, Madrid, 3-6 de julio de 2000, Madrid, 2000, t. I, págs. 469-486.
·                     L. F. BERNABÉ PONS, «Un tiempo para los moriscos: el calendario islámico del Mancebo de Arévalo», en Carlos V, los moriscos y el Islam, Madrid, 2001, págs. 103-112.
·                     M. T. NARVÁEZ, «El despertar y el sueño: dos motives místicos en un texto aljamiado» en Morada de la palabra. Homenaje a Luce y Mercedes López-Baralt, Puerto Rico, 2002, II, págs. 1213-1221.
·                     L. F. BERNABÉ, «El calendario musulmán del Mancebo de Arévalo», Homenaje/Homenatge a L.P. Harvey. Sharq al-Andalus, 16-17 (1999-2002), págs. 239-261.
·                     G. FONSECA ANTUÑA, Sumario de la relación y ejercicio espiritual sacado y declarado por el Mancebo de Arévalo (Ed. y estudio del ms. B.N.M. res 245), Madrid, 2002.
·                     M. T. NARVÁEZ, Tratado [Tafssira] Mancebo de Arévalo, Edición, introducción y notas de..., Madrid, 2003.
M.ª JESÚS RUBIERA MATA



GRANADA PALACIO DE LOS INFANTES

GRANADA HOY 11 AGOSTO, 2013 La Casa de los Infantes, un palacio lleno de historia y arte • Se han perdido para siempre del callejero nombres otorgados por la población y el uso que describían perfectamente los espacios que ocupaban, quién los ocupaba o qué había en ellos 11 AGOSTO, 2013 - 01:00H COMO ya vimos anteriormente, la desaparición del núcleo principal de la Medina granadina, como consecuencia de la apertura de la Gran Vía, fue un desastre para el patrimonio inmueble granadino, del que se consiguió ir salvando algunas cosas por el empeño de la Comisión de Monumentos y por propia iniciativa de la Reformadora Granadina, empresa concesionaria de las obras de demolición y urbanización de la nueva calle. Pero también supuso la desaparición de un residuo urbanístico totalmente medieval, al que no había llegado la fiebre del ensanche y la alineación que ya había aparecido en Granada a mediados del siglo XIX. Pareja a estas pérdidas, también desapareció la rica toponimia que nombraba el dédalo de calles que componían la zona. Eran nombres otorgados por la población y el uso que describían perfectamente los espacios que ocupaban, quién los ocupaba o qué había en ellos. Se han perdido para siempre del callejero nombres como Espalda del Ángel, Angosta de la botica, Gandulfo, Isleta, Lecheros, Mesa Redonda, Pozo de Santiago, etc. Esta es una pérdida inmaterial que desgraciadamente se sigue produciendo en nuestra ciudad; no hace muchos años, al remodelar la Plaza de Isabel la Católica, ensanche para que desemboque la Gran Vía, desapareció una acera que, desde la Calle Reyes Católicos, se iba elevando sobre la rasante hasta llegar a la Placeta de las Descalzas; se llamaba Sierpe Alta y su nombre venía de la columna con la talla de un dragón que tenía el edificio de los Córdovas. Desapareció el edificio, pero se mantuvo la memoria de una de sus partes y de su ubicación original en el callejero. Hoy, ni eso. También, es verdad, ocurrió lo contrario con la calle Cetti Meriem, que tomó el nombre de uno de los edificios derribados, que tenía entrada por la calle de la Cárcel Baja y ocupaba los sesenta metros de anchura de las expropiaciones, desde la Calle del Colegio Eclesiástico hasta la de Abenamar. Era uno de los conjuntos -pues también tenía un huerto o jardín- más grandes de la zona y de mayor importancia histórica y artística. Se trata del palacio nazarí del siglo XV, también conocido como Casa de los Infantes, por haber sido propiedad de los Infantes de Almería, una de cuyas descendientes, Cetti Meriem, casó con Pedro Venegas que adoptó el nombre de Ridwan Bannigas. Éste dirigió desde el palacio, en 1431, la conspiración que acabó con el derrocamiento de Muhammad IX El Zurdo y la entronización de Yusuf IV. Este linaje de Ridwan y Meriem desembocaría en la familia Granada Venegas que ostentaron la alcaldía del Generalife y otras posesiones, como la Casa de los Tiros. El edificio tenía una fachada del siglo XVI, con una gran galería de arcos y antepechos que coronaba la planta alta, reproducida en un dibujo de Paula Valladar, que fue el escenario de una singular disputa, con motivo de las decoraciones que puso la familia para el Corpus de 1588, pues llevaban las armas de los Granada Venegas, lo que no estaba permitido, por lo que el alcalde de corte ordenó descolgarlas. Esto produjo un gran alboroto entre la familia y otros nobles que casi acaba con la vida del alcalde. Cuando comenzó el derribo, la casa palacio estaba en plena decadencia y se había convertido en casa de vecinos y taller de carpintería, pero no había perdido prácticamente ninguno de sus elementos de gran belleza. Los arcos, puertas y techos se encontraban bajo capas y capas de cal y ladrillo, pudiéndose apreciar, en el trabajo de documentación realizado por la Comisión de Monumentos, su gran parecido con el palacio de Dar al-Horra que, afortunadamente, sí ha llegado hasta nuestros días, lo que nos permite tener una referencia visual para su reconstrucción mental. Es decir, una casa-patio con dos o tres plantas, con patio rectangular y pórticos con arcos decorados en los lados menores. Uno de ellos, el Sur, conducía, tras una monumental portada con ventanitas de celosía, a una alargada sala con alhanías y, sobre ella, un pabellón mirador que se volcaba al jardín, algo similar a la disposición de Lindaraja. Esta estancia se había desfigurado mucho al adosarle salas laterales. Como dijimos, durante la demolición se pudieron hacer fotografías, sacar planos y salvar algunas de las piezas más interesantes; entre ellas, varios de los arcos con yeserías, que fueron llevados al Museo Arqueológico. Estos arcos fueron montados posteriormente en el edificio de Castril, sede actual del museo, siendo desmontados en los años ochenta y trasladados hasta los Nuevos Museos de la Alhambra, donde se encuentran en la actualidad. La pena de esta decisión es que, con el cambio de uso del nuevo edificio, estos arcos han quedado en el interior de zonas de gestión de la Alhambra y los museos de Bellas Artes y de la Alhambra y, por tanto, no son fácilmente visitables por el público. De todas formas, la pieza excepcional que sí podemos disfrutar fácilmente son las fabulosas puertas de taracea, cuajadas de lacería, de una alhacena del palacio. Fueron localizadas en un anticuario granadino por Gómez Moreno-Martínez quien informó a Torres Balbás, adquiriéndolas éste, en 1928, por 5.000 pesetas para el Museo de la Alhambra, donde hoy se custodian. Sin duda, la Casa de los Infantes o Palacio de Cetti Meriem es la gran pérdida de toda la Gran Vía, de la que no nos queda más que el recuerdo, las fotografías de la Comisión de Monumentos y dos estupendos trabajos de Paloma Sánchez Campos en los Cuadernos de Arte de la Universidad de Granada, volumen XVI y Antonio Orihuela Uzal en Casas y palacios nazaríes, siglos XIII-XIV.

viernes, 29 de julio de 2016

Valle de Ricote 1613-2013/14: El valle de Ricote lugar de referencia para la inv...

Valle de Ricote 1613-2013/14: El valle de Ricote lugar de referencia para la inv...: Cuando todavía no ha transcurrido un mes desde el inicio de la conmemoración de la expulsión, el valle de Ricote comienza a recuperar el p...

Congreso moriscos Ojós 2015: CARTEL DE DIFUSION DEL "II CONGRESO INTERNACIONAL ...

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CLAUSURA DEL CONGRESO INTERNACIONAL LOS DESCENDIENTES ANDALUSÍES 'MORISCOS'


Acaba de clausular el gran evento Congreso Internacional Los Descendientes Andalusíes y “Moriscos” en Marruecos, España y Portugal, organizado, bajo el Patrocinio de S.M. El Rey Mohamed VI por la Fundación al-idrissi Hispano Marroquí, en la ciudad milenaria y cosmopolita de Tanger, con la inclusión de un sorprendente y maravilloso itinerario de cuatro días de duración denominado Ruta Histórica por toda la costa sur del Mediterráneo, al norte de Marruecosvisitando todas las antiguas poblaciones del Rif y en primer lugar los emplazamientos de los restos arqueológicos de la ciudad Ksar Seghir, lugar que en su dia en el año 710 d.c. realizaría el primer viaje en la conquista del Ándalus Islámica el Almirante Salih Ibn Tarif,he de reflejar que el autor de estas cuatros líneas una vez en el lugar todo mi ser sintió un estremecimiento en todo mi cuerpo al trasladarme mentalmente en el pasado, siendo el motivo de adjuntar la fotografía de DESCUBRIRME ante ellos y exclamar Chapeau! Por la valentía y osadía en aquella aventura que duraría ocho siglos, que por desgracia acabaría en una tragedia vivida por los últimos residentes musulmanes del Ándalus, allá por los años 1609 al 1614 y que aun en la actualidad algunos miles de ellos tratan de reencontrarse con sus familiares, mucha fue mi emoción en el congreso en la participación de algunos ponentes en su oratoria y descripción de reencuentros de familiares en distintos lugares y países, a tal punto que sentía una congoja en mi garganta de la emoción, fue larga y extendida la visita en Ksar Seghir con una grata y sabia explicación histórica del extraordinario Catedrático y Profesor Sr. Ahmed Tahiri y aprovecho este inciso para expresar mi admiración a su persona y agradecerle tanto a èl como a su maravillosa esposa toda una mujer integra, enérgica y activa Arquitecta de restauración de monumentos históricos de profesión Sra. Fatima Zahra Aitoutouhen Temsamani, el haber podido asistir y convivir durante unos días con distinguidos ilustres historiadores como el caso de del Catedrático francés especialista en Historia Medieval en la Universidad de Paris y Director del Instituto Superior de las Ciencias Sociales en Francia Sr. Bernard Vicent y no puedo olvidarme del distinguido e Ilustre Profesor, Ministro Plenipotenciario y Embajador Extraordinario del Reino de Marruecos, todo èl reluce materia gris sobre sus hombros así como sus cabellos plateados y el núcleo de sus raíces, hombre sabio y de fácil oratoria, incansable, armonioso y que hace imposible no escucharle, me refiero a su Excelencia Sr.Mohamed El Khattabi,asi como los ponentes de Ricote, a todos ellos mi dedicación de la fotografía sencilla y explicativa “CHAPEAU” he aprendido mucho en este congreso y muchas notas para mi archivo particular sobre el tema. No quiero expandirme mucho porque acabaría escribiendo un libro, todo fue maravilloso y bien organizado en su totalidad, en las visitas de las antiguas poblaciones del Rif y con una extraordinaria velada en la ciudad morisca andalusí de Tetuan “ojos” y la extraordinaria visión en la clausula del Congreso Internacional, en la observación visual real del lugar y de las huellas del triste desembarco de S.M. Abdel-lah Saguer (el Chico q.e.d.) en la orilla sur del mediterráneo en las costas del Reino de Marruecos en el mes de octubre del año 1493 transportados todos ellos por la Armada de Vizcaya y dirigidos por el Capitán General Iñigo de Artieta transportando 6320 personas todas ellas musulmanes andalusíes, en la Marsa de Gasasa, en la actualidad Sidi Meseud.No puedo cerrar estas cuatro líneas, sin agradecer el gran esfuerzo que esta realizando nuestro queridísimo soberano por promocionar realzar y expandir la historia de nuestro país, Dios le Bendiga y que su reinado sea Glorioso. Incha-Allah.
MHEMED EL KHATTABI

Ponencia de Buena Ventura Buendía Banegas


Estimadas autoridades, estimados amigos y queridos parientes de la otra orilla del Mediterráneo. Mis primeras palabras sólo pueden ser de agradecimiento a la Fundación al-Idrisi por haberme dado, a mí y a la Asociación Cultural OXOX, a la que represento, la oportunidad para intervenir en este congreso.

Me llamo Buenaventura Buendía Banegas y soy descendiente de conversos de origen musulmán. Nací en Ojós, una de las seis villas que se integraron en la Encomienda de la Orden de Santiago del Valle de Ricote, después de la incorporación del Reino de Murcia a la corona de Castilla. Algunos historiadores, como Mariano Gaspar Remiro, lo identifican con el Oyyoh o Iyyih, una de las ciudades integrantes del Pacto de Tudmir, que dio inicio al periodo de dominio musulmán en la península Ibérica. En este pequeño valle, regado por el Río Segura, Ibn Hud, cuya tumba ha sido recientemente localizada en los restos del Castillo de la Asomada, próximo a la actual ciudad de Murcia, inició en el siglo XII la insurrección contra los almohades y allí nacieron grandes maestros del sufismo como Ibn Sabin o Muhammad Ibn Ahmad al-Riquti.

Mi familia está asentada en el Valle de Ricote desde hace más de quinientos años, de lo que tuve conocimiento cuando, hace apenas tres años, inicié la elaboración de mi árbol genealógico. La curiosidad por conocer con detalle la vida de mis ancestros, me llevó a descubrir su origen musulmán. Para mí, como para la mayoría de los actuales habitantes del valle, con los que mantengo lazos de parentesco de mayor o menor proximidad, el pasado musulmán de nuestros antepasados era algo difuso. Así, después de revisar miles de actas de bautismo, confirmación, matrimonio y defunción, y centenares de documentos firmados ante los antiguos escribanos, he podido reconstruir, desde las actuales generaciones, lo esencial del árbol genealógico del Valle de Ricote, a pesar de la dificultad inicial que suponía la desaparición de los libros de algunas de sus parroquias, una fuente inagotable de información para cualquier investigador. Muy pronto, los moros del lenguaje coloquial o los moriscos o mudéjares del académico pasaron a ser mis abuelos. ¡Aquellos moros tenían nombres y apellidos!

Soy descendiente de Alonso Buendía, cristiano viejo, y de Juan Banegas, converso de origen musulmán. La única prueba que me permite hacer la asignación a una u otra confesión, es la arbitraria exclusión o inclusión en los bandos de expulsión de 1613 de los miembros de estos dos viejos linajes del Valle de Ricote. Pero por mi cuerpo también corre la sangre de otros muchos de mis antepasados que tuvieron que vivir aquellos terribles años. También desciendo de los Avilés, Luna, Carrillo, Marín, Rojo, Saorín, Ayala, Candel, Miñano, Palazón, Tomás, Turpín, Torrano, Talón, Melgarejo, Molina, Hurtado, López, España, Bermejo, etc. También de otros que llevaron apellidos extinguidos con el transcurso de los años, como los Cachopo, Alcaide, Hellín, Gaspar, Puerta, Berescute o los Manda, a los que he localizado recientemente en Bullas, municipio de la actual provincia de Murcia. Todos ellos fueron incluidos en los bandos de expulsión.

Las actividades iniciadas en octubre del pasado año, con motivo de la conmemoración del IV Centenario de la Expulsión de los Moriscos del Valle de Ricote, nos ha permitido recordar e identificarnos con el dolor de aquella época, que se puede personalizar en mi abuela María Banegas Gaspar, viuda de Juan Puerta, que, después de donar sus bienes en diciembre de 1613 a Francisco Jiménez, párroco de Ojós y Ricote, con dos de sus hijas, Lucía y María, todavía niñas, partió hacia el puerto de Cartagena. Probablemente, nunca llegó a este destino y debieron obtener cobijo en casa de alguna de sus viejas comadres de Archena, Ceutí, quizás Pliego, o cualquier otra de las villas del antiguo Reino de Murcia a las que, con toda seguridad, habría visitado en más de una ocasión. El 11 de diciembre de 1650, 37 años después, otorgó testamento, en la villa de Ricote, en el que se hace referencia a sus hijas, nieto y yerno, Alonso Turpín. Que una gran mayoría de los incluidos en los bandos de expulsión de 1613 los eludiera de una u otra forma, no nos debe hacer olvidar la injusticia y la arbitrariedad de aquella decisión de la corona de Castilla, impulsada por la intolerancia de unos y la codicia de otros.

Durante siglos, generación tras generación, esta historia, por razones más o menos comprensibles, fue borrada de la memoria de sus descendientes. Ser converso, durante mucho tiempo, fue más un estigma que un aval. ¿Quién, de los que estamos aquí, podría afirmar que no es descendiente de conversos? La historia de la humanidad es la historia de una cadena de sucesivas conversiones.

Para que su recuerdo perdure para siempre entre sus descendientes, el pueblo de Ojós, a través de su Ayuntamiento, ha institucionalizado como “Día de los Expulsos” el tercer domingo de octubre de todos los años y el pasado 27 del referido mes se inauguró el “Jardín de los Expulsos”, donde se erigió un monolito con una lápida en la que se han inscrito los nombres de las personas de las que se tienen pruebas que fueron incluidas en los bandos de expulsión. Este jardín resulta especialmente emotivo, ya que se ha levantado sobre los terrenos que ocupaba el que, durante cientos de años, fue cementerio de Ojós. Probablemente allí reposen los restos de muchas de ellas.

Desde el pasado mes de octubre, se están desarrollando en el Valle de Ricote numerosas actividades para recordar aquel periodo de la historia de nuestros antepasados. Pero desde la Asociación Cultural OXOX, que presido, pretendemos que esto no se convierta en una mera anécdota. Al contrario, queremos que sea el punto de partida para llenar, no sólo, ese profundo vacío existente en la memoria de los descendientes de aquellas personas que, con su esfuerzo, laboriosidad e imaginación, fueron artífices y protagonistas de una de las épocas de mayor prosperidad que ha vivido el Valle de Ricote, sino también contribuir a la difusión de su forma de vida, sus costumbres y su cultura. Para ello ha decidido crear el Centro de Estudios Moriscos del Valle de Ricote, que pretende aunar sus esfuerzos a los de otros similares, que nos servirán de modelo y estímulo para intentar conseguir e igualar, como mínimo, sus brillantes resultados. Estoy seguro de que la experiencia y los conocimientos de su director, Miguel Banegas García, presente aquí, contribuirán de una manera eficaz al cumplimiento de aquellos objetivos.

Comparto la necesidad, sentida y expresada en la memoria de este congreso por el Dr. Ahmed Tahiri, de iniciar una profunda revisión de lo que aquel llama “doloroso capítulo de nuestra historia común”, que borre la falsa imagen que se ha transmitido muchas veces de nuestros antepasados, basada en los argumentos de los propagandistas de la expulsión, y afronte de una manera realista los efectos de las sucesivas expulsiones, lejos de prejuicios de toda naturaleza. Los abundantes datos conseguidos por la reciente facilidad de acceso a los libros de, casi, la totalidad de las parroquias del antiguo Reino de Murcia, después de su microfilmación y disponibilidad en la “web”, gracias a la impagable generosidad de los mormones, permiten extraer, ya, conclusiones provisionales, que van más allá de las de pioneros como Govert Westerveld sobre la permanencia de la población de origen musulmán después de los bandos de expulsión. Personalmente, me he implicado en el vaciado de información de esta importantísima fuente documental, equiparable a la de los grandes archivos nacionales. El conocimiento, casual o providencial, de los trabajos de otros investigadores alejados de los circuitos académicos, como Enrique Pérez Cañamares, también presente aquí, o Juan Romero Díaz, al que le ha sido imposible asistir, con los que he iniciado una intensa colaboración, y el intercambio recíproco de información, sin duda, va a contribuir, aunque sea modestamente, a la revisión que nos propone el Dr. Tahiri.

Creo que estará en la mente de todos los asistentes a este congreso la necesidad de su continuidad en el tiempo, por ello les propongo su celebración anual por primavera, alternando su organización entre una y otra orilla del Mediterráneo. Esto permitirá, no sólo profundizar y avanzar en el conocimiento de nuestro pasado común sino, también, con una perspectiva actual, aprovechar estos eventos para fomentar, desde la iniciativa privada, las relaciones sociales, económicas y culturales.

Para la asociación que presido, sería un honor y motivo de orgullo, que una de las primeras actividades del “Centro de Estudios Moriscos del Valle de Ricote” fuera la organización del próximo congreso. Si se aceptara esta propuesta, tendrán la oportunidad de conocer, sin necesidad de intermediarios, unas tierras que en poco han cambiado desde hace siglos. Podrán pasear por la red de caminos de las viejas huertas y campos, que todavía conservan los nombres que utilizaban nuestros antepasados: La Coya, El Olivar, El Barranco, Tahalí, El Almarjal, La Huerta Arriba, La Huerta Abajo, La Balsa del Paul o La Alquibla. Y, cómo no, podrán conocer a unas gentes hospitalarias que les abrirán sus corazones y las puertas de sus casas, para que se sientan como en las suyas.

Para concluir, me van a permitir que comparta con ustedes una reflexión en voz alta. Cuando hago partícipes a algunas personas el resultado de mis investigaciones, en las que se prueba de una manera irrefutable nuestra ascendencia musulmana, además de asombro, percibo alguna incomodidad. Pues bien, aunque a nuestros abuelos no les gustaba que así se les llamara, sin complejos, elevo la voz para decir: “Me siento orgulloso de ser morisco”.

Que Dios nos bendiga a todos.

Buenaventura Buendía Banegas
bvbuendia@gmail.com


NOTA.- Este texto fue leído en la ciudad marroquí de Tánger el domingo día 6 de abril de 2014con motivo del Congreso Internacional de descendientes Andalusies “Moriscos”

Intervención de Miguel Banegas

El motivo de la asistencia a este congreso, se debe fundamentalmente, a que fue el Valle de Ricote el último enclave morisco de España y de el salieron expulsados los últimos moriscos, por ello como representante institucional, participó en el congreso el Alcalde de Ojós, Pablo Melgarejo, también Buena Ventura Banegas, como representante del Centro Cultural de Ojós y Miguel Banegas como coordinador de los eventos moriscos del Valle.
Hay que destacar que el próximo congreso Internacional se celebrará en alguna de las localidades del Valle de Ricote.

Ojós acogió el 17 de noviembre de 2014 a más de un centenar de expertos en ceramología y arqueología